Leishmaniosis canina: una enfermedad grave que ya puede ser controlada.
08-08-2024
La enfermedad del mosquito: ¿cómo puede contagiarse mi perro?
Se trata de una enfermedad causada por un parásito del género Leishmania, que tiene su ciclo biológico en dos hospedadores: uno vertebrado (principalmente un cánido) y un invertebrado (mosquito flebotomo). A través de la picadura de un mosquito hembra que se alimenta de sangre para la ovoposición y que sea portador del parásito, nuestra mascota puede contraer la infección.
Por ello hablaremos de vector (insecto) y de reservorio (perro). Los gatos, hurones y otros cánidos pueden ser infectados por leishmania, pero epidemiológicamente la importancia radica en la de ser una zoonosis cuyo reservorio principal es el perro.
Estos mosquitos de tamaño de 2-3 mm, tienen sus larvas en grietas de muros, alcantarillas, vertederos, etc. y necesitan de unas temperaturas moderadas (no inferiores a 17-18 oC), preferentemente en un clima mediterráneo semiárido, siendo su actividad mayor durante el crepúsculo.
¿Es contagiosa la Leishmaniosis?
Un perro infectado por el parásito y que no esté tratado y controlado, puede sufrir la picadura de un flebotomo y ser este último el que transmita la infección por Leishmania al picar a una persona de riesgo (inmunodeprimida).
En los países subdesarrollados, la enfermedad está asociada a malnutrición, migraciones de población, deficientes condiciones higiénicas y a los cambios en el entorno (deforestación, urbanización, sistemas de riego...)
Se estima que cada año se notifican entre 700.000 y un millón de nuevos casos de leishmaniasis humana. En España la prevalencia de leishmaniosis actual en perros oscila entre el 2% y el 57%, dependiendo de la zona geográfica en la que nos encontremos, siendo Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid, Orense, Lleida y Girona, las de mayor seroprevalencia.
¿Qué síntomas puede sufrir un perro con Leishmaniosis?
Esta enfermedad puede ocasionar un cuadro clínico muy diferente debido a la respuesta inmunitaria individual y al largo periodo de incubación que en algunas ocasiones se prolonga más de un año. Es importante considerar si se trata de zona endémica para incluir en el diagnóstico diferencial la Leishmania ante la aparición de tan solo un síntoma.
Existen, además, perros resistentes a la infección cuyo sistema inmunitario será capaz de neutralizar al parásito y pueden ser asintomáticos.
En los perros puede causar lesiones cutáneas y trastornos generales.
- Lesiones cutáneas, localizadas o generalizadas.
- Lesiones alopécicas y descamativas (piel queratoseborreica y con caspa), normalmente sin prurito.
- Úlceras que no cicatrizan en borde de orejas, espacios interdigitales, almohadillas plantares y puntos de presión(codos, tarsos...)
- Hiperqueratosis nasales o plantares.
- Crecimiento exagerado de las uñas(onicogriposis)
- Nódulos únicos o múltiples localizados en zonas desprovistas de pelo.
- Ulceración en labios ,pene, vulva.
Dentro de los trastornos generales podemos encontrar síntomas inespecíficos y síntomas específicos:
Síntomas inespecíficos:
- adelgazamiento
- inapetencia
- atrofia muscular
- linfadenopatía (ganglios aumentados)
- anemia no regenerativa
Síntomas específicos:
- Hemorragias (epistaxis, hematuria, melena)
- Alteraciones renales (glomerulonefritis que suele ser la causa de muerte de perros con leishmaniosis)
- Poliartritis (cojeras sin lesión aparente)
- Alteraciones hepáticas (vómitos, adelgazamiento,)
- Lesiones digestivas (diarreas de intestino grueso, a veces acompañadas de sangre)
- Lesiones oculares (conjuntivitis, queratitis, uveítis, blefaritis)
¿Cómo se sabe si un perro tiene Leishmania?
Ante la sospecha de que algo le sucede a nuestro perro e independientemente de que hayamos observado alguno de los síntomas anteriormente mencionados, debemos acudir a nuestra clínica veterinaria para que hagan una exploración física a nuestra mascota. Si el clínico detecta en esa revisión síntomas compatibles o nos encontramos en una zona endémica de la enfermedad (España lo es), hará una analítica de sangre y mediante un test rápido podrá determinar si existen anticuerpos frente a Leishmania. En caso de resultado positivo, mediante serología existen análisis ELISA, e IFI que permiten titular la respuesta inmunitaria o PCR, citologías o biopsias, que ponen en evidencia la presencia del parásito en sangre, médula ósea, lesiones cutáneas o ganglios. Se puede complementar estos análisis con un hemograma y una bioquímicay proteinograma para conocer el estado general de nuestro animal.
Habrá pacientes que aún dando positivo en los análisis, no presenten síntomas ni signos de enfermedad.
Recuerda que el seguro veterinario cubre todos los gastos de detección, tratamientos y medicación de la Leishmania durante toda la vida de tu perro.
¿Cómo se cura? Actuales tratamientos para la Leishmania
En función de la gravedad de los síntomas, de la carga parasitaria y del alcance de la lesión en los órganos, el tratamiento de un perro infectado por leishmania será diferente. La existencia de alteración renal limita el uso de determinados fármacos. Es importante considerar que un paciente infectado por leishmania se puede controlar e incluso seronegativizar pero siempre será un enfermo crónico que deberá realizar controles periódicos.
Los fármacos empleados en la terapia frente a Leishmaniosis son:
- Alopurinol (administrado oralmente durante meses con intervalo de descanso)
- Antimoniato de meglumina (Glucantime)administrado de forma inyectable durante un ciclo variable.
- Miltefosina oral
- Domperidona oral
La elección de una dieta adecuada para fortalecer el sistema inmunitario y prevenir la formación de cálculos renales secundarios al tratamiento con el Alopurinol, será fundamental en la terapia.
¿Cómo cuidar a un perro con Leishmaniasis?
Si tu perrito tiene Leishmania, seguro que tu veterinario te dará las pautas necesarias para que puedas proporcionarle un cuidado adecuado y mejorar, así, su calidad de vida. Estos son algunos de los consejos más frecuentes y beneficiosos para tu mascota:
Dale alimento específico para la Leishmania
Es primordial que los perros con Leishmaniasis sigan una dieta específica, un requerimiento que se vuelve mucho más importante si la leishmania es de tipo visceral. En concreto, necesitará comida que sea muy fácil de digerir y tendrá que seguir ciertas pautas nutricionales. Tu veterinario te podrá dar muchos más detalles acerca de la alimentación para perros con Leishmania.
Evita que pase frío
Aunque tu can esté estable gracias a la evolución favorable de la enfermedad y a la medicación, es posible que pasar demasiado frío le provoque un brote que empeore considerablemente su estado de salud. Por eso, lo ideal es que cuando llegue el frío le abrigues bien al salir a la calle.
Seguro que alguna vez te has fijado en la ropa de perros que llevan otros canes. Pues bien, en este caso, no se trataría de un capricho, sino de una necesidad.
De la misma forma, en casa también debe poder disfrutar de un espacio cálido, en el que no pase frío ni esté muy expuesto a la humedad.
No alteres sus rutinas
A los perros les encantan las novedades, pero en el caso de los perros con Leishmania los cambios no son tan buenos para su salud. El motivo es que el estrés, en cualquiera de sus niveles, es un desencadenante más de los brotes de Leishmaniasis. Por eso, es fundamental que tu perro siga cada día las mismas rutinas y que no se altere demasiado.
Hidrátalo bien
Este consejo podría ser igual de válido para cualquier perro, pero cobra especial relevancia si hablamos de perros con Leishmaniasis. Estos canes han de tener siempre agua fresca a su alcance y, si estás de viaje, conviene que se la ofrezcas al menos cada 45 minutos.
Confía solo en productos específicos
Afortunadamente, en el mercado hay un montón de productos especialmente elaborados para cuidar la piel de los perros con Leishmania. No escatimes en este aspecto, él te lo agradecerá.
Vigila su descanso
Que los perros con Leishmaniasis descansen lo suficiente y lleven una vida tranquila es clave para su bienestar. Que en casa disfrute de su propio espacio e incluso de su propia camita es una buena medida para conseguirlo.
Llévale a revisiones periódicas
Es esencial que el veterinario realice un seguimiento periódico de la enfermedad. Por eso, te recomendamos no espaciar demasiado las visitas a su consulta.
La vacuna y otras medidas de prevención para la Leishmaniosis
Aunque la época de mayor riesgo está ligada a la actividad del vector (mosquito) desde marzo a octubre (desde primavera hasta otoño), el cambio climático puede estar alterando esta situación y ello nos obliga a estar prevenidos frente al contagio prácticamente todo el año. Es fundamental realizar test serológicos una vez al año para detección precoz de la enfermedad. Debemos usar medidas repelentes para evitar las picaduras de mosquito mediante collares antiparasitarios y pipetas tópicas.
Vacuna: Es altamente eficaz para evitar que la enfermedad pueda progresar y que aparezcan los síntomas clínicos. Solo se puede administrar a animales que hayan sido testados previamente y hayan resultado negativos.
Fármacos estimulantes de la respuesta inmunitaria: Un perro infectado debe ser controlado, tratado según el criterio veterinario y debemos aplicar medidas repelentes del flebotomo para evitar la difusión de la enfermedad.
¿Cuánto tiempo de vida tiene un perro con Leishmaniasis?
Gracias a los avances científicos y a los múltiples tratamientos que se han desarrollado, los perros con Leishmania no deberían disfrutar de una esperanza de vida menor que la del resto de canes.
Ahora bien, que la enfermedad se detecte a tiempo y que tu perro siga las pautas adecuadas puede marcar la diferencia en este sentido. Y también incide de alguna forma el estado del sistema inmunitario de cada perro, que determina con qué eficacia es capaz de responder a la enfermedad.
Recuerda que, con la fórmula Premium, el seguro veterinario Santévet reembolsa 80€ en gastos de prevención, como puede ser el test rápido de leishmania y la vacuna.
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